Supresión intelectual
En el presente trabajo el filósofo Eduardo Subirats plantea en tono biográfico una revisión de los parámetros en los que ha derivado el mundo académico del hispanismo. La conclusión no es halagüeña. Su búsqueda de la reforma del hispanismo y “la revisión de la historia ibérica recortada y sancionada bajo las murallas geopolíticas de la monarquía castellana que ha representado la institución nacionalizadora de Isabel la Católica” no están, ni se esperan llegado atisbos de crear otra comprensión de la civilización europea. Se trata de un grito académico de rabia e indignación. Una voz difícilmente silenciable que se enfrenta, ahora y siempre, a la “supresión intelectual”.
Nadie. De ningún lugar a ninguna parte. Un punto perdido en el infinito. Sin memorias. Sin raíces. Identidad individual electrónicamente configurada. Producción corporativa de las imágenes y los códigos de conducta. Lingüísticas automáticas político-correctas. Sujetos preformateados. Trivializados. Un frágil equilibrio económico entre funciones profesionales y consumo de mercancías. Posthumano en la era de la inteligencia artificial.
Han bloqueado tu correo electrónico. Intimidación institucional. También una venganza personal. Has expuesto la debilidad intelectual del director de un departamento como la condición estructural de su dependencia psicológica con respecto a la autoridad corporativa. Has puntualizado que la obediencia a superiores es el principio constituyente de autoridad hacia inferiores. También has puesto de manifiesto que los códigos lingüísticos profesionales encubren los lazos de dependencia y servidumbre. Un hombre gris de la administración ha interceptado tu mail. Lo ha transferido a ese director subalterno. Se ha sentido herido en la imagen narcisista de su identidad personal sin que tu hayas mencionado su nombre. La compañía de internet te ha informado que tu cuenta ha cometido un delito. Has sido cancelado.
Los códigos lingüísticos y epistemológicos de la administración del conocimiento definen las redes profesionales de supervisión y supresión intelectuales. Se tiene que asumir la nomenclatura departamentalmente predefinida como la verdadera y única gramática profesional con arreglo a las agencias y agentes institucionales de reducción instrumental y mercantil de la formación humana. Son las condiciones epistemológicas de entrada y conexión en el sistema de producción y reproducción intelectuales. No has asumido las normas de una hermenéutica basada en categorías de definición y referentes inciertos: liberty, human rights, hybridism, freedom of speech, feminism, democracy, multiculturalism, queer, postcolonialism, postmodernism, poststructuralism… No les has dado tu venia porque son categorías propagandísticamente vaciadas de sentido. Significantes vacíos. Automáticamente excluido de los circuitos lingüísticos administrativos. Triunfo final de las ideologías, las escolásticas y sus tribunales. Selbstverschuldete Unmündigkeit – una no-emancipación permanente de la conciencia sujeta a una eterna deuda culpable, y eternamente deudora (verschuldet). Final de la libertad.
Tu director departamental te ha enviado un mail. “You not only make baseless claims about censorship… This behavior is unprofessional and completely unacceptable…” Invocación del postulado de una autoridad corporativa recortada por una lingüística de fonemas automáticos y vacíos.
Te han sometido a un interrogatorio on line por tu comportamiento corporativamente incorrecto. La investigación del caso la ha realizado un decano. En una segunda ventana había un bulto humano de aspecto policial. Funcionaria testimonial. Has cualificado como “idiota” al director de tu departamento o subdepartamento en un mail. Has atacado a un superior en las redes sistémicas. Has puesto en cuestión su debilidad intelectual corporativamente supervisada a través de controles supradepartamentales. Has protestado sucesivas veces las estrategias institucionales de degradación de la investigación y la enseñanza, e incluso tu propia supresión intelectual.
Aufklärung ist der Ausgang des Menschen aus seiner selbst verschuldeten Unmündigkeit. “Esclarecimiento es la salida del humano de su autoadeudada inmadurez”. Inmadurez auto-responsable. Inmadurez constituyente de la personalidad autoritaria. Falta de resolución y de voluntad; pereza y pobreza intelectuales y sensoriales. Un estado infantil prolongado a lo largo de generaciones y a lo ancho de naciones enteras. Una inmadurez organizada a través de redes electrónicas. Absorción y volatilización de centenares de millones a través de los mass media. Gasificación de la masa humana.
Unmündigkeit. El adjetivo “mündlich”está vinculado etimológica y simbólicamente a la mano. La voluntad autónoma y la autonomía de tener las cosas por la mano. Manumisión del esclavo. Comprende el significado liberador del pensar y sentir por cuenta propia. Hoy este proceso de conocimiento y esclarecimiento, yampliacion y desarrollo de la conciencia confronta un incuestionado proceso electrónico de uniformización epistemológica y lingüística de virtuales sujetos post-humanos. También se confronta con la obediencia a las limitaciones discursivas e institucionales que, tanto en un plano intelectual como político, distingue a la idiotez profesional.
La decana te ha repetido la misma categoría corporativa de profesionalidad que tu superior invocaba como fetiche de una burocracia ignorante y siniestra. La vigilante en la ventana secundaria te ha interrumpido dos veces para puntualizar tus reiteradas transgresiones nominales del código de conducta lingüística corporativa. Has puesto en cuestión la integridad de tu superior. Le has señalado como post-sujeto y micro-intelectual. Has subrayado la degradación ética y espiritual sostenida por la megamáquina académica. Repetidas veces has expresado tu protesta y rechazo arrogantes sobre las gramáticas e hipocresías político-correctas. Has cuestionado la planificada organización de la mediocridad. Has puesto en evidencia el sistema de supresión corporativa de la reflexión intelectual. Has expresado múltiples veces tu conciencia de haber sido suprimido en el proceso de racionalización mercantil de los sistemas educativos. Hasta llegar a la calamidad de pandemias y guerras, y a las continuas catástrofes ecológicas y humanitarias. La decana ha sentenciado siete veces tu “no-profesionalidad”. Ella ha recusado la exposición del conflicto en tus propios términos.
“Profession”, de “professioun”. Eran exactamente los votos que el monje cristiano asumía al entrar en una orden o corporación religiosa. Se aplicaba a los estudiosos de teología y retórica porque profesaban doctrinaria o lingüísticamente los nombres de la verdad de un dios único y global. Con las ciencias modernas la palabra se redujo a señalar una perfección intelectual o manual en un concepto enciclopédico del homo faber que comprendía desde las matemáticas hasta las guerras. En la edad del desmantelamiento de la Aufklärung y el Enlightenment constitutivos del Occidente moderno, su significado ha regresado a sus raíces monacales. Profesionalidad significa obediencia y presupone la debilidad individual de la formación en el sentido de la definición de la Bildung y el Bildungsroman a partir de la Aufklärung de Lessing, Kant o Goethe. Profesionalidad es la unidad perfecta de la falta de carácter y la obediencia absoluta instaurada por Loyola a través de su Compañía religiosa y militar. Profesionalidad como servidumbre voluntaria en las cloacas del antihumanismo de Occidente.
La profesión y la profesionalidad han amarrado lingüísticamente a los postintelectuales postmodernistas en el sistema institucional de la academia hasta silenciarlos. Han enmudecido sin necesidad de ser amordazados porque las reglas epistemológicas y gramaticales no permiten incluir la realidad humana, su expresión en las religiones, las artes y las letras y su integración en la sociedad, la historia y la naturaleza como una totalidad orgánica, autónoma y creadora. El profesional es un homúnculo prisionero de su redoma y carente de vínculos intelectuales, éticos y emocionales con la sociedad, ajeno a toda actividad pública y sin lugar en el ser del mundo. Una conciencia vacía.
En los auditorios académicos no hay polémica, no hay crítica y no hay libertad. Aulas vacías de pensamiento, de erotismo y de idealismo. Como si la historia humana hubiera llegado a su punto final. Una historicidad congelada en un presente monolingüístico y monótono. Tampoco hay lugar para la aventura del conocimiento. Los conflictos se suprimen por medio de la manipulación lingüística. Automutilación intelectual como condición epistemológica de una imaginaria identidad profesional.
Humanidades concebidas como una megamáquina global de repetición escolástica y reconstrucción microanalítica. Muerte del intelectual. Evaporación del arte. Final de la filosofía. Bagatelas que los discursos académicamente sancionados reproducen con tenaz trivialidad. Repetición ad nauseam de los mismos paradigmas, las mismas categorías vacías y la misma estrechez de miras. Postsujeto y post-conciencia configurada en torno a los códigos de una identidad subjetiva preconfigurada, frente a las catástrofes de la postnaturaleza; una posthumanidad definida por la Inteligencia Artificial.
La existencia reducida a las funciones de consumo y reproducción reguladas por la lógica del mercado. La libertad transformada en estatua (Nicanor Parra).
Acabas de regresar de una megalópolis desolada por la pandemia. Rascacielos sombríos. Edificios tempranamente envejecidos. Avenidas desérticas. Millones de infectados en una marcha que no parece tener fin. Epidemia permanente. Sensación de impotencia. Una anciana cruza lentamente una avenida completamente desolada, empujando un carro de shopping center atestado de bártulos. Su figura se evaporaba en el espacio urbano como la visión de una Fata Morgana. Un juguete en las manos de un sistema económico y administrativo liberal que no es capaz de concebir la contención de una pandemia que ella misma ha producido. Sistema civilizatorio constituido en torno a un concepto abstracto y vacío de libertad.
Asistes a la desarticulación de una civilización. El hundimiento de sus valores fundacionales generados a partir del humanismo del siglo dieciséis y el esclarecimiento del siglo dieciocho. La construcción arquitectónica y política de una civilización científica, democrática y socialista que expresaron Rousseau con su teoría social democrática y Beethoven con su Novena Sinfonía; la voluntad de conocimiento, poder y placer que anima el alma fáustica: todo eso se desmorona bajo la irracionalidad de las máquinas de dominación financiera, tecnológica y militar, y se diluye en la oscuridad de un futuro presidido por el derrumbe de equilibrios ecológicos y biológicos fundamentales para la preservación de la especie humana y de la vida sobre la faz de la tierra. Occidente claudica, incapaz de resolver los conflictos inherentes a su propia invención del progreso. Una incapacidad cementada en sus mismos principios metafísicos constituyentes como civilización.
Encapsulado. Desconectado. Como una mónada vacía. Incapacidad mental de imaginar la totalidad de un sentido en la existencia humana y en el cosmos, elevada a bandera redentora y justa causa de guerras terminales de destrucción biológica y física. Discursos sin intensidades y sin diferencias, repetitivos, enteramente nulos. Triunfo universal del microintelectual y la micropolítica. Paquetes compactos de conocimientos lingüísticamente fragmentados. Inmunes a interferencias reflexivas. Una letanía de categorías escolásticas.
“You not only make baseless claims about censorship… This behavior is unprofessional and completely unacceptable…” La palabra exacta que define la función de la inteligencia limitada de tu funcionario corporativo es “idiota” – en el sentido del griego “idiotes”, una persona carente de inteligencia cultivada, prisionera de su privacidad y su profesionalidad, completamente apolítica e ignorante. “Tyranny of Idiocy” (Britt). Todos los idiotas tienen que ser tiranos para librarnos del esclarecimiento (Aufklärung).
Sin embargo, tu mail era el boceto de una reconstrucción lógica del comportamiento corporativo, el análisis de una estructura sistemáticamente reiterada de manipulación y reducción cerebral. Tú nunca utilizaste la metáfora de la debilidad de carácter y la ausencia de intensidad intelectual para definir a un funcionario imaginariamente individual; te referías a un sistema racional efectivamente impersonal en el que las autoconciencias ya no son sino agentes anónimos provistos de un número secreto de identidad profesional.
Un punto lógico perdido en el infinito de las redes electrónicas. Una cadena de metonimias. Al mismo tiempo, una conciencia individual monádica en el medio del clinamen universal. Sin memoria comunitaria, sin vínculos con la naturaleza y con su propia realidad física y espiritual. Huak’cho: “aquel que no tiene nada. Está sentimentalmente lleno de gran soledad…” (Arguedas)
Una conciencia externamente formateada y vacía. Identidades subjetivas predefinidas. Por eso en tu mail definías a este agente como “un prototipo de lo que el psicoanálisis alemán de los años treinta llamó Personalidad Autoritaria, ahora en una versión de corte postmoderno: un carácter débil, perfil intelectual nulo, fiel reproductor de los slogans escolásticamente sancionados, una entidad personal fundamentalmente privada de ser y por eso mismo innombrable. “Neither body nor soul, it’s something else he has… he is made of silence” – The Unnamable.” Inmediatamente hizo cancelar tu cuenta de internet y puso en aviso a los decanos sobre tu comportamiento no-profesional. Éstos accionaron un comité de vigilancia y punición. Sin embargo, trataron tu caso con tacto
La comunidad humana transformada industrialmente en una masa electrónicamente formateada, sin conciencia, sin memoria, subordinada a las corporaciones académicas, financieras y tecnológicas. Gasificación de la masa electrónicamente desmaterializada en alegorías, números y sombras que resplandece en las pantallas. Transformación de los humanos en “masas invisibles” (Canetti) a lo ancho del universo real- maravilloso del espectáculo.
Palabras, palabras, palabras; palabras sin memoria, palabras sin referentes, palabras vacías. “You must say words, as long as there are any” (Beckett).
Un reino de Maya de las estrategias políticas, financieras y militares globales. Golpes y movimientos de masas fascistas bajo el camouflage de una primavera de la democracia. Políticas genocidas en nombre de los derechos humanos. Gangsterismo político. Colapso del sistema democrático en los escenarios de corrupción, manipulación y crímenes contra la humanidad en prime time. Cinismo, doble moral, hipocresía, abierta falsedad son los rasgos de una renovada diosa Estultitia que gobierna el mundo (Erasmus). Una sociedad civil en estado permanente de sitio. Hugo von Hoffmanstahl: Worte… zerfielen mir im Munde wie modrige Pilze („Palabras… se desvanecían en mi boca como hongos podridos”).
A tu llegada a Princeton expusiste un programa de revisión del hispanismo. Seguir los pasos del humanismo de Thomas Mann: arrancar los mitos del pasado de las manos del nacionalismo doctrinario, y ponerlo al servicio del esclarecimiento y la renovación intelectuales. Revisión de las culturas ibéricas. Una península en el que las civilizaciones hebrea, islámica y cristiana florecieron, en constantes encuentros y desencuentros, sobre las estructuras lingüísticas y civilizatorias ibero-romanas. Integrar la historia ibérica a los flujos civilizatorios de Eurasia y África. Poner en cuestión la permanente destrucción católica de todo intento de reforma del Espíritu. Crítica de la teología política imperial y de la destrucción de las civilizaciones de América. Aplausos. Reconocimiento unánime. Entrada por la puerta grande.
Tu crítica del proyecto colonial ibérico del siglo dieciséis te puso, solo unos meses más tarde, en conflicto con “vested interests”. Rechazaron la publicación de tu “Continente vacío”. Justificaciones patéticas. Abandonaste Princeton por New York University. Formulaste tus “Siete tesis contra el hispanismo”. Nuevo choque. En Princeton se conciliaban respetuosamente los conflictos inherentes a tu proyecto en nombre de una definición romántica de Romanistik y del humanismo científico del Enlightenment británico. Mientras tanto, New York se embriagaba con el formalismo estructuralista y postestructuralista, y encerraba la hermenéutica literaria y artística en los campos electrónicamente vigilados de la micropolítica y las lingüísticas político-correctas, mientras cerraba el paso a la crítica social, a la dialéctica negativa y a toda teoría crítica de la civilización (sus restos de serie los vendían a precio de saldo en el cuarto trasero de los cultural studies).
Sigues incomunicado. Han prohibido la utilización de las redes departamentales para una discusión internacional vía zoom de la edición brasileira de tu Mito e literatura. La debilidad de este funcionario no es individual y mucho menos personal; es una debilidad programática y programada. Decir sí al sí, y no al no. Tertium non datur. Apoteosis de la repetición y lo dejá vu.
Un año antes del 9/11 habías organizado en New York un último encuentro de intelectuales frente a un mundo devastado por continuos conflictos. Susan Sontag. Edward Said. Juan Goytisolo. La conciencia y espiritualidad judía, la resistencia palestina y la memoria de la catástrofe ibérica de las culturas hispano-árabe e hispanojudía bajo las guerras y el fanatismo cristianos. Gran expectación. Sontag se entretuvo en repulsas personales contra Said que a nadie interesaban, y en el centro de su conversación sólo estaba el icono especular y espectacular de sí misma. Said anunció un próximo estallido de violencia provocado por Occidente en la península árabe, con un énfasis vehemente en su protesta. Goytisolo blandió la bandera del diálogo entre las tres religiones del Libro con un gesto cansado de su resistencia intelectual antifascista. No viste en ninguno de los tres ni la voluntad, ni la capacidad de un análisis y de un proyecto de futuro. Límites del intelectual como conciencia de su tiempo.
Nada puede concebirse sin la resistencia de su opuesto. Nada puede comprenderse hermenéuticamente que no incluya los paraísos junto a sus infiernos. Un occidente partido en dos: a un lado las visiones de una transubstanciación cristiana de las almas de los fieles, secularizada como trascendencia hacia un concepto tecnocéntrico de progreso; y en la otra orilla, crecientes desigualdades y conflictos, y continuas guerras y genocidios en las cuatro partes del mundo. Bajo el espectro de Auschwitz y Hiroshima.
Has puesto al descubierto la teología política del proceso de destrucción, genocidio y colonización cristianos de un continente entero, siguiendo al pie de la letra el discurso de la conciencia culpable y la expansión mundial de la promesa y esperanza de una salvación de trascendencias indefinidas, que expone programáticamente San Pablo en su Carta a Romanos. Reconstruiste la arquitectura conceptual del aparato militar/religioso/financiero de la “destrucción de las Indias” (Las Casas). Ahora ya no has chocado con los nacionalistas católicos españoles, sino con los guardianes académicos del imperialismo europeo cristalizado en la filosofía del derecho colonial y de guerra de Francisco Vitoria y Hugo Grotius. Has topado con los guardagujas de las reglas epistemológicas y gramaticales de deconstrucción microanalítica de los discursos. Has sufrido su censura institucional. Prohibieron citar tu “Continente vacío”.
En vano hubieras aclarado a tus colegas la etimología de los “idiotes” postmodernos. Y en vano hubieras tratado de esclarecer sus mentes explicándoles que la combinación de una débil autonomía intelectual, la obediencia y el poder político autoritario fue la trinidad que Loyola expuso en sus cartas sobre la Sancta Autoritas como postulados fundacionales de la corporación monacal y de sus políticas. En vano habrías puesto de manifiesto su obscena complicidad con un sistema organizado de reproducción indefinida de la ignorancia. Has herido a esos instructores al mencionar la sostenida censura electrónica de tu comunicación intelectual independiente. Pero en tu e-mail no mencionas el nombre de ese funcionario causante del litigio, ni la institución a la que sirve, ni su lugar, ni tampoco su tiempo histórico. “N’ayant pu me corrompre, ils m’ont assassiné” (Jacques-Louis David).
Tenías un objetivo: la reforma del hispanismo. La revisión de la historia ibérica recortada y sancionada bajo las murallas geopolíticas de la monarquía castellana que ha representado la institución nacionalizadora de Isabel la Católica. Transgredir y transformar el centro de atención de la historia cultural ibérica. Ponerlo en su centro histórico y su máximo esplendor: Al-Ándalus. Las voces del esclarecimiento y el misticismo judío de Maimónides y el Zohar, el racionalismo de Ibn Rushd o la filosofía mística de Ibn al-Arabí… Las últimas voces de la filosofía sefardí, de Leone Ebreo a Sánches y Spinoza, y sus raíces espirituales. Comienzos de la Europa occidental moderna; una otra Europa.
El lockdown ha transformado tu forma de vida. Encerramiento monádico y monástico. La realidad existencialmente vivida a través de la presencia de los humanos y las cosas se ha modificado también. El mundo entero se ha transfigurado en un teatro de sombras chinas. Completa desmaterialización del ser en las pantallas del espectáculo electrónico. Presencias ausentes, existencias translúcidas. Carácter efímero del ser como definición meta-civilizatoria. Soliloquio sobre el vacío de ser. La nausée (Sartre).
Nuevas guerras de Occidente contra Oriente. El virus se ha originado y expandido a partir de esa confrontación. En los primeros días, Washington esperaba que la pandemia devastara al contrincante imperio milenario. Covid-19 estaba llamado a ser una segunda Guerra del Opio. En pocas horas el mundo dio la vuelta. La pandemia no iba a dejar al hemisferio occidental indemne. Peor todavía. La república comunista y cabeza del capitalismo oriental la detuvo dentro de sus fronteras, mientras el resto se infectaba letalmente por decenas de millones y se paralizaba completamente.
Asistes a la metamorfosis de una pandemia a través de las estrategias de vigilancia, contención y exterminio. Asistes a una etapa final del proceso biológico y político de contaminación y colonización que comenzó el año cero de los imperialismos modernos. Políticas genocidas en las cuatro partes del mundo en nombre de los derechos humanos. Una propaganda total e indefinida. Vigilancia electrónica. La incompatibilidad y la oposición violenta entre la lógica del capital y la conservación de las memorias y las formas de vida históricas, el equilibrio de los equilibrios biológicos y la conservación de la autonomía humana.
* Eduardo Subirats estudió en el París y Berlín de los años setenta. Ha sido profesor de filosofía, arquitectura, literatura y teoría del arte y la cultura en São Pablo, Barcelona, Caracas, Madrid, México y Princeton.